-La incertidumbre respecto a los plazos para poner en marcha el proyecto Rancagua Express parece estar resuelta, al menos para la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). El presidente del directorio de la estatal, Germán Correa, expuso ayer ante la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado acerca del estado de los proyectos de trenes suburbanos de la Región Metropolitana, oportunidad en la que aprovechó para aclarar la situación y despejar dudas respecto a los tiempos que tendrá la puesta en marcha del tren que pretende unir Rancagua y Santiago en 50 minutos.
Correa sostuvo que la puesta en marcha será gradual. Así, el nuevo cronograma de la empresa estableció un mes de marcha blanca entre el 22 de diciembre de este año y el 15 de febrero de 2017. De acuerdo al plan, en una primera fase que irá desde el 15 al 25 de febrero del próximo año Rancagua Express operará en horario valle (10:00 a 17:30 horas), con 10 minutos de intervalo, para luego en una segunda fase -desde el 25 de febrero hasta el 1 de marzoaumentar el número de frecuencias y el horario de operación hasta las 23 horas, con intervalos de 6 minutos. Finalmente, a partir del 2 de marzo del próximo año, Rancagua Express dará inicio a su operación full. Sin embargo, Correa manifestó que ‘los plazos estarán sujetos a la marcha blanca, pueden haber fallas de mayor envergadura dada la complejidad de este sistema’.
PROYECTO COMPLEJO.
‘El proyecto Rancagua Express ha sido y es un proyecto complejo de gestionar en cuanto a su costo y plazo debido a factores internos y externos a EFE’, dijo Correa en la Comisión de Transportes del Senado. ‘Estos factores han provocado aumentos en el monto de inversión y en el plazo original del proyecto y más aún, han generado incerteza respecto del monto de la inversión final así como del plazo de término del proyecto’, agregó.
En la oportunidad, Correa hizo sus reparos en torno a la ‘subvaloración de la estimación del monto de inversión inicial’ que se hizo en noviembre de 2011, y criticó que se haya utilizado como antecedente la ingeniería de detalle del proyecto Merval para ejecutar la ingeniería del proyecto, sin adaptarlo a la realidad local del nuevo proyecto. En ese sentido, también criticó que no se haya tomado en cuenta tanto la realidad local y temporal del proyecto como el manejo de comunidades y permisos sectoriales. Dijo, además, que las obras se han debido ajustar a los recursos financieros disponibles y agregó que al no efectuar un análisis y evaluación de los riesgos tanto financieros como de gestión y de desarrollo del proyecto, no fue posible prever eventuales mitigaciones.
Asimismo, sostuvo que el desarrollo del proyecto no se dio a través de un proceso riguroso y ordenado de planificación, agregando que ‘al decidirse construir un proyecto de metro de superficie no se tuvo en cuenta que, a diferencia de una línea de tren, una línea de metro es en realidad un sistema complejo, con múltiples componentes, con diversas infraestructuras, con una amplia gama de equipamientos y tecnología diversas, que operan entrelazadamente. ‘En suma, más complejidad, más obras, más inversión, más tiempo del normal y más tiempo aún por la falta de planificación desde el origen’, señaló.
FUENTE: Pulso