Presenciar el movimiento de trenes en miniatura, conocer el interior de la cabina de un tren y visitar los restos del antiguo malecón, son las actividades que se desarrollarán en la emblemática Estación Puerto de Metro Valparaíso, con motivo del Día del Patrimonio que se celebra el último fin de semana de mayo.
Durante el sábado y el domingo abrirá sus puertas al público el Museo de Sitio que alberga los restos del antiguo malecón de Valparaíso, descubiertos en 2004 mientras se realizaban las excavaciones para construir la nueva estación. En este espacio ubicado bajo el andén 1, se puede apreciar un trozo de la historia de la ciudad. El museo estará abierto entre las 11:00 y las 17:00 horas.
Durante los dos días también estará en funcionamiento Bibliometro de la Estación Puerto, entre las 12:00 y las 17:00, con préstamo gratuito de libros e inscripciones de nuevos usuarios.
El día domingo 26, se sumará la exposición de trenes eléctricos a escala organizada por la Agrupación Ferrodurmientes V Región. La muestra invita a contemplar el movimiento de los trenes en un tablero, a través de vías energizadas. Esta actividad está dirigida para toda la familia, amantes de los trenes eléctricos y del patrimonio ferroviario.
También el domingo 26, a partir de las 12:00 horas, los niños y niñas serán los principales invitados a conocer el interior de la cabina del tren, acompañados por un maquinista experto que les explicará los principales aspectos del funcionamiento.
Antiguo Malecón de Valparaíso, un trozo de nuestra historia
El malecón comenzó su construcción alrededor de 1875 y fue una de las obras de defensa de la costa del sector puerto. Funcionó activamente por más de 50 años hasta que empezaron las faenas del nuevo proyecto del puerto, que definió la forma del borde costero de Valparaíso hasta nuestros días y que dejó bajo tierra el antiguo malecón.
Las obras del malecón dieron espacio para la construcción y prolongación de la nueva avenida Errázuriz, cuyo antiguo trazado se destinaba a malecón de descargas. A lo largo de sus 1.600 metros existía una red de trece kilómetros de rieles de trocha ancha con cuarenta y siete vías, y desvíos a bodegas e instalaciones. Por ese largo muelle-calle a orillas del mar pasaban carruajes, trenes, cargadores, carretas, burros, además, se acumulaba la carga desembarcada desde faluchos y lanchones por pequeñas grúas a vapor.