Guía de Viaje: Estación Central
“Todos los caminos llegan a Roma”, y en nuestro caso, todas las vías llegan a Estación Central. Ubicada en el centro de la misma comuna y enmarcada entre las calles Exposición, Matucana y la Alameda, extendiéndose hacia el sur entre rieles que se van entrelanzando, el edificio de la Estación Central que hoy conocemos tiene más de 130 años.
A ojos de cualquiera llama la atención su arquitectura y los innumerables movimientos de viajer@s que van de un lado para otro buscando sus destinos; elementos que reflejan la vocación del inmueble. Su construcción comenzó hace 137 años con la instalación de la torre del reloj, una verdadera declaración alineada con la aspiración del tren: ofrecer viajes rápidos, seguros y confortables.
Si hablamos de los atributos del edificio central, sorprende que la fachada interna y externa, junto a la bóveda central que alberga los andenes, fueron elaboradas utilizando únicamente soportes metálicos, tecnología traída desde Europa por la firma francesa Schneider y Compañía. Edificación que albergaba salas de espera, boleterías, casas para empleados, galpones y almacenes. Por todo esto, el inmueble fue declarado Monumento Histórico por el CMN en 1983.
A este reciento arribaban campesin@s bien equipados con sus mercancías (huevos, gallinas, tortillas, patos, incluso ollas de greda, canastos, y los más variados productos) para venderlas en el Mercado de Estación Central, emplazado un costado de Exposición, donde aún en nuestros días se mantiene el comercio agrícola. De esta forma, Estación Central pasó a ser un actor relevante el desarrollo urbano del entorno: pasó de ser un lugar rural y alejado –por allá por Chuchunco- a conformar un sector comercial e industrial que se transforma hasta el día de hoy.
Históricamente ha tenido un rol fundamental para la conexión de Santiago con el sur y Valparaíso, En nuestros días la funcionalidad se traduce en ser intermodal: EC combina el Metro (Línea 1) y el Terminal de Buses San Borja, trayectos con infinitas posibilidades que se entremezclan con el aire patrimonial que tiene su estructura, llevándonos también a viajar en el tiempo. ¡A la estación llegan más de 90 trenes al día! Utilizada para el traslado diario al trabajo, o para algún viajecito especial, Estación Central es escenario de innumerables despedidas, pero también de encuentros.
El futuro de Estación Central es seguir creciendo, puntualmente por la extensión del tren a Melipilla. Para EFE Trenes de Chile desarrollamos con entusiasmo el desafío de proyectar el futuro de Estación Central, -el que en los próximos años espera triplicar la cantidad de pasajer@s- combinando de manera armónica la nueva tecnología de los ferrocarriles con los valores patrimoniales de la estación, junto con la trayectoria de nuestra empresa. Todo esto con el fin de brindar un mejor servicio que impacte en el bienestar de las personas.
Estación Central es comienzo o el final de un camino, depende de cómo prefieras verlo; y eso es lo que nos apasiona: conectar los territorios y a las personas.
Recomendaciones
Tren al Sur
Estación Central fue el telón de fondo de la icónica canción de Los Prisioneros, un relato musical donde se plasma la historia de un añorado viaje.
¿Sabes a qué localidad se dirigía Jorge González?
Una pista: 7:30 saliendo de la estación, 2:30 bienvenida al sur.
El Planetario
Solo hay que cruzar la Alameda para tomar un viaje interestelar, esta vez al Universo. El planetario de la Universidad de Santiago propone un panorama donde la astronomía es contada para despertar la curiosidad.
Restaurante El Hoyo
“Chicha, chancho y pipeño” es la promesa de este restorán, que nos recomiendan con todo gusto nuestros amigos de EFE Central. Los platos son grandes y ricos, aseguran. Ubicado en la Esquina de Gorbea con San Vicente, el local posee un estilo arquitectónico clásico y su especialidad: la comida típica chilena.
Y ojo, para cuando ataca el hambre, también cuentan con despacho a otras comunas.
“Por allá por Chuchunco”
Una palabra en mapuzungun que significa algo como “donde se perdió el agua”, era una frase para referirse a un lugar alejado, que se contrapone con la vocación de la Estación Central: ser un punto de conexión hacia el sur.
